Por Ricardo Burgos Orozco
Me tocó como reportero de radio la época del Partido Revolucionario Institucional arrasador, cuando sus candidatos a la presidencia de la república no tenían adversarios con quien competir; sucedió en las campañas de Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León. Donde se empezaron a revertir los resultados y hubo contiendas políticas más interesantes y reñidas fue desde el año dos mil con Vicente Fox Quesada, el panista que le ganó a un entonces confiado priista Francisco Labastida Ochoa.
El próximo primero de marzo comienzan nuevamente las campañas presidenciales rumbo a la elección del 2 de junio y parafraseando al cacique guerrerense Rubén Figueroa Figueroa: la caballada está muy flaca con Xóchitl Gálvez Ruiz, de la Coalición Fuerza y Corazón por México, integrada por PAN, PRI y PRD; Claudia Sheinbaum Pardo, de Morena, PT y Verde Ecologista, y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano.
Xóchitl Gálvez Ruiz anunció primero que iba a iniciar su campaña primero en la Ciudad de México, luego que en Guanajuato y apenas el lunes 26 decidió cambiar a la ciudad de Fresnillo, Zacatecas, que lleva tres años con la percepción de inseguridad más alta en todo el país, de acuerdo con la reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana. La aspirante dijo que comenzará a las 12 de la noche y, al terminar el acto político, se va a trasladar a Irapuato, Guanajuato y después a Aguascalientes.
La candidata de PAN, PRI y PRD ha tenido altibajos desde julio pasado cuando prácticamente fue destapada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en una de sus conferencias habituales, aunque ella ya se estaba perfilando para lanzarse a esa posición. Sin embargo, ha demostrado que no tiene nivel para la presidencia, muchas ocasiones se nota inexperta y dubitativa, se ha rodeado de “cartuchos quemados” de la política como Margarita Zavala, Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota. Tampoco se ha podido deshacer de la influencia negativa de los líderes impresentables de Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano.
Lo del chicle o dulce que sacó de la boca con su mano y luego se lo volvió a comer durante su registro ante el INE, fue un episodio de muy mal gusto que le puede afectar a final de cuentas. Va a empezar muy abajo en las encuestas, dicen que hasta un 30 por ciento.
Claudia Sheinbaum Pardo va a comenzar el primero de marzo en lo que supuestamente es todavía un bastión de Morena, el Zócalo de la Ciudad de México. La candidata no ha tenido errores graves porque “ha nadado de muertito” repitiendo lo que dice el presidente López Obrador y apoyando todas sus políticas y propuestas. Esperemos que ahora sí se arriesgue a pintar mejor al México real en sus discursos de campaña y no el color de rosa del oficialismo.
Siempre ha estado bajo la sombra de López Obrador y él sigue haciendo campaña por ella, pero van a ser tres meses en las que tiene que demostrar que puede tener luz propia y personalidad, que hasta ahora no le hemos visto. Parece que va a ser la ganadora de las elecciones, pero muchos analistas consideran que su verdadero reto será después del 2 de junio.
Jorge Álvarez Máynez supuestamente va a principiar en Sonora, aunque no ha especificado la ciudad. Para él va a ser ganancia si conserva el registro después de los errores que ha cometido, su falta de carisma y experiencia. Primero falló al ser destapado por el gobernador Samuel García, sin ninguna autoridad electoral o política, en una mesa con cervezas y lo más grave después, grabar un video con su compadre Samuel mientras estaban en un estadio y en estado inconveniente insultando a grito abierto al priista Manlio Fabio Beltrones. De nada les sirvió borrar ese video posteriormente, ya lo habían visto miles de personas y como mejor conocen ahora al candidato es porque tiene un problema grave de alcoholismo.
Los retos que tienen Xóchitl Gálvez Ruiz, Claudia Sheinbaum Pardo y Jorge Álvarez Máynez es vencer el abstencionismo, pero principalmente la amenaza del narco y del crimen organizado.
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