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Crecer aún en la adversidad


Hace un año, cuando la expectativa ante la contingencia por Covid-19 era guardar una cuarentena, muchos memes se hicieron señalando aquellas actividades que podrían realizarse al estar en casa, una fantasía que se estampó contra la realidad del confinamiento.


Y es que estar en casa resultó algo muy diferente de lo que se había imaginado, al paso de los meses nos ha ido revelando no sólo la insuficiencia de los espacios físicos sino nuestros vacíos, necesidades y deseos más profundos, así al paso de los días, fue inevitable echar un vistazo a la casa y a nuestro interior para darnos cuenta de quiénes somos e imaginar quienes podemos llegar ser.


Incuantificables las horas trabajando, limpiando, ordenando, organizando, cuidando, descartando, desvibrando, tanto el espacio físico como el mental y el emocional. Días en los que parecía que todo iba más o menos encarrilado y otros, totalmente descarrilado y de nuevo intentando llevar a buen puerto las cosas.


Se pensaba en un mes que se convirtió en un año, y aquí seguimos. ¿Cómo lo hemos hecho?

Hay situaciones que te rompen y te arman, todo al mismo tiempo, creo que esta es una de ellas. Se dice que el ser humano tiene en su ADN el sobrevivir bajo cualquier circunstancia, si teníamos alguna duda… pues aquí seguimos. A veces pienso que nos han pasado por fuego (y sin bloqueador) y de una u otra forma vamos sobrellevando la experiencia, algunos más chamuscados que otros pero aquí estamos.


Necesitamos reconocer, valorar y apreciar que con lo poco o mucho con lo que contamos hemos seguido adelante, tal vez no al cien, tal vez no en las mejores condiciones o como nos hubiéramos imaginado pero no hemos desistido, nos hemos caído y poco a poco estamos poniéndonos de pie de nuevo.


A cada uno nos ha tocado enfrentar retos muy diferentes, re inventarnos, buscar el modo e incluso aprender a pedir ayuda y continuar; esta experiencia nos vino a confrontar y a mostrar una realidad que no hubiéramos ni imaginado dado el tren de vida que llevábamos y estamos creciendo a pesar de ella y a partir de ella, aunque aún no lo veamos claro.


Después de todo esto tendremos que abrazarnos mucho y reconciliarnos con lo que fue y también con lo que no pudo ser, hacer una evaluación de aquello que descubrimos, lo que aprendimos, con lo que nos quedamos, lo que dejamos ir, lo que descubrimos de los otros, de con quienes nos re encontramos desde otros lugares y es muy probable, que tengamos que trabajar varios temas puesto que el encierro, la falta de cercanía o la demasiada convivencia con los nuestros deje algún efecto o secuela, pero de eso ya nos haremos cargo después.


Por lo pronto, continuar como se pueda, buscando la mejor manera, seguir habitando nuestros espacios, continuar remodelándolos, reorganizándolos, dándonos la oportunidad de experimentar sólo el día a día para encontrar la fuerza, la inteligencia y el amor que nos impulse a seguir un poquito más.

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