Por Déborah Buiza
Imagina la escena. Un día decides que la relación amorosa que tienes ya no cumple las expectativas, y con todo el dolor de tu corazón te reúnes con él/la que se convertirá a partir de ese momento en tu ex. Seguro sabes cómo es eso. Ahora imagina todo ese momento sonando de fondo With or Without You de U2 o Ahora que te vas de Luis Miguel (o alguna de despedida). ¡No por favor! Seguramente la próxima vez que la escuches, y dependiendo de cómo hayas salido de ese asunto, te evocará recuerdos y emociones.
No son pocas las personas que se quejan de tener una horrible vida amorosa pero se encuentran muy cómodas y contentas cantando temas de desamor. A veces, y frecuentemente en contra de nuestro bienestar, lo que constantemente repetimos se vuelve realidad. Es difícil de explicar, es como ese asunto del huevo y la gallina, ¿será que cantamos esas canciones porque nos ha ido mal? o ¿es que al cantarlas reafirmamos esa posibilidad y entonces nos sigue yendo mal?
Y es que aunque trivial el asunto de una canción, podría tener algo de significado si consideramos que toda producción humana es proyectiva, todo aquello que es de nuestro gusto tiene que ver profundamente con alguna parte de nosotros, por lo que resulta probable que aquello que nos gusta escuchar esté íntimamente relacionado con nuestra realidad y con quienes somos.
Muchos estudios se han realizado para demostrar el efecto de la música en las emociones con impresionantes resultados. Parece ser que la música nos sienta bien, sobre todo cuando es buena música.
Si últimamente no te has sentido bien, ¿por qué no haces un experimento? Revisa las canciones que reproduces de manera constante, escúchalas con atención, ¿qué dicen de ti? Pregúntate, si tu vida fuera una película, ¿cuál sería el soundtrack?,¿cuál ha sido el playlist de tu vida? Si te gusta y te ha acompañado a ir hacia adelante ¡excelente! pero si no ha sido así, tal vez sea momento de buscar nuevas alternativas musicales, nuevas letras, nuevos conceptos.
Busca aquellas canciones que te recuerdan buenos momentos, que te hacen vibrar,sentirte con energía, poderosa (o), en paz contigo mismo (a), de buen humor, vivo (a), enamorado (a) de la vida, del amor, de tu pareja, de ti como persona. Reúnelas y llévalas contigo (pueden ser un gran aliado sobre todo cuando las cosas no van bien).
Antes existía una frase,que ahora con los adelantos tecnológicos seguro se escucha muy ochentera, era algo como “cambiar el cassette”, ¿y si ahora cambias de playlist?
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