Por Fernando Castro Borges
Al hablar de artistas plásticos que han engrandecido el caribe mexicano es obligado poner en un lugar de honor al maestro Elio Carmichael Jiménez, nacido en la ciudad capital en 1935, año en que Payo Obispo iniciara su desarrollo como ciudad y como capital oficial del Territorio de Quintana Roo. Quizá esta coincidencia fue una inspiración presente en su obra.
Este artista es autor de los murales más representativos de la entidad. En Bacalar encontramos en las instalaciones del Museo del Fuerte de San Felipe Bacalar un mural que engalana sus instalaciones pero, sin duda, el trabajo más apreciado por los quintanarroenses es “Forma, Color e Historia”, ubicado en la sede del Poder Legislativo del estado.
Este trabajo de 200 metros cuadrados y 24 metros de largo por 8.5 de alto, aborda la historia de Quintana Roo, desde su origen hasta su conformación como Estado Libre y Soberano.
El mural representa en su parte superior la llegada de los primeros españoles; tiene varios pasajes: plasma la llegada a tierra maya de Gonzalo Guerrero; también, la fundación de Payo Obispo, representada por el Pontón Chetumal, y en sus paredes observamos la tragedia causada por el huracán Janet en 1955.
Asimismo, ubicamos a los personajes históricos determinantes en la historia del Estado, entre ellos a Porfirio Díaz, que otorgó la creación del Territorio en 1902; a Lázaro Cárdenas, por su aporte de hacer de Quintana Roo un Territorio en 1935, y a Luis Echeverría Álvarez, Presidente Constitucional cuando Quintana Roo se convirtió en Estado Libre y Soberano, en 1974.
Egresado de la Academia de San Carlos, Elio Carmichael fue el responsable de diseñar el escudo estatal, que tiene características únicas con respecto a los de los demás estados: es el único en ser tocado por el Sol; en él, originalmente, se observan siete destellos o rayos que provienen del astro rey, que simbolizan a los siete municipios que en ese momento conformaban la entidad; su visión ha permitido que este escudo evolucione con los años y sea un escudo vivo, ya que desde 1974 se han sumado cuatro destellos áureos más, hasta llegar a 11 en la actualidad.
Otras características del escudo son el glifo maya del viento, que representa los huracanes, y la riqueza forestal, que también es representada. La sensibilidad de Carmichael es incuestionable y este escudo representa, con suficiencia, a todos los nacidos en esta tierra del sureste mexicano.
La Honorable XIV Legislatura Constitucional del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo instituyó, en febrero de 2014, la Medalla al Mérito Cultural y Artístico de Quintana Roo “Elio Carmichael” para reconocer a los quintanarroenses que hayan destacado en los ámbitos local, nacional y/o internacional, en el campo de la cultura y las artes, en cualquiera de sus manifestaciones. En aquella primera entrega se acordó que el maestro fuera el primer premiado. Meses después falleció en la ciudad que le vio nacer.
Un artista apasionado por su identidad, reconocido y valorado en todo el estado, que con su arte describió y fue parte de la vida de Quintana Roo. Su legado está en sus murales, que permanecerán como orgullo de una historia, la cual se remonta desde el origen y desarrollo de la cultura maya hasta el momento en que todos unidos vieron cómo nacía un estado que mira justo donde el sol se asoma para saludar al Caribe mexicano.
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