Por Ricardo Burgos Orozco
Desde hace muchos años he escuchado decir que si Franz Kafka, considerado el padre del Surrealismo, hubiera vivido en México, sería escritor costumbrista. El planteamiento fundamental del surrealismo es plasmar un mundo absurdo, ilógico, donde la razón no puede dominar al subconsciente
Desde tiempos inmemoriales hemos vivido una especie de surrealismo en México porque la mayoría de la gente, especialmente los políticos de todos los niveles, tendencias y posiciones y los funcionarios públicos hacen lo contrario a lo que dicen o lo que prometen hacer.
Es absurdo que Genaro García Luna, secretario de Seguridad en el sexenio de Felipe Calderón, haya sido juzgado en Estados Unidos por actividades contrarias a las que supuestamente defendía; una acusación que nunca debió enfrentar de acuerdo con la ética y su responsabilidad.
Hablemos del ahora.
Un presidente de la república, que prometió cumplir y hacer cumplir la ley, que organiza un mitin en el Zócalo con miles de seguidores, para atacar a los partidos de oposición.
Un mandatario, que supuestamente pidió permiso para dejar de ser militante de su partido mientras ejerce su investidura y, sin embargo, se ha convertido en jefe de campaña de Morena con Palacio Nacional como sede.
Partidos políticos que le dan la vuelta a la ley al organizar campañas políticas con muchos meses de anticipación, sin que la autoridad electoral les ponga un alto. Un Instituto Nacional Electoral completamente indolente y permisivo.
Un Instituto Nacional de Acceso a la Información, tan útil para la democracia y para la transparencia, en la completa inmovilidad por un capricho del poder.
Un fraude en la empresa Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) por 15 mil millones de pesos, del cual se dice llegará hasta sus últimas consecuencias para aplicar la ley, pero el titular de esa dependencia, Ignacio Ovalle, sigue impune con un cargo en el gobierno.
Un récord de 158 mil homicidios dolosos en lo que va del sexenio, 41 mil desaparecidos, explota un coche – bomba en Celaya, Guanajuato, con 10 heridos de la Guardia Nacional, todos los días hay asesinatos y violencia y los discursos oficiales siguen con la afirmación de que en México se acabaron las masacres y el país está en calma y en paz.
Un accidente el 3 de mayo de 2021 en el Metro con 28 fallecidos y 100 heridos y hasta ahora no hay responsables en la cárcel; la directora de aquel entonces, Florencia Serranía Soto, goza de cabal libertad sin que nadie la moleste y la jefa de gobierno en esa fecha, también responsable, ahora anda en campaña presidencial.
Una conferencia de prensa presidencial matutina diaria llena de frivolidades, pocos reporteros serios y muchos influencers y youtuberos, que trabajan al son de los dictados del jefe de comunicación social.
El surrealismo en plenitud. Un México con pasado, presente y futuro muy kafkiano.
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