Este lunes 26 de agosto, Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, anunció un cambio trascendental al nombrar a Víctor Rodríguez Padilla como el nuevo director general de Petróleos Mexicanos (Pemex). Este nombramiento llega en un momento clave para la empresa, que ha sido un pilar de la economía nacional y enfrenta retos importantes.
Rodríguez Padilla, físico y maestro en Ingeniería Energética por la UNAM, y doctor en Economía de la Energía por la Universidad de Grenoble, cuenta con una trayectoria de más de cuatro décadas en el sector energético. Con una carrera marcada por la docencia y la investigación, ha sido reconocido con el Premio Nacional de Investigación Económica Jesús Silva Herzog y la Medalla Gabino Barreda, entre otros.
En su primer mensaje como director de Pemex, Rodríguez Padilla destacó la relevancia de los últimos seis años para la recuperación de la empresa. Señaló que, tras un periodo en el que las políticas neoliberales debilitaban a Pemex, la empresa ha logrado fortalecerse. “No solo hemos rescatado a Pemex, la hemos convertido en una empresa que realmente aporta a México. Los números lo demuestran”, afirmó.
Rodríguez Padilla también subrayó los avances en infraestructura, como la construcción de coquizadoras en Tula y Salina Cruz, que han contribuido a la mejora ambiental, así como los sistemas de captación y recuperación de azufre. Mencionó que uno de los principales desafíos será mantener la producción en 1.8 millones de barriles por día, lo que garantizará el abastecimiento a las refinerías del país.
Asimismo, hizo énfasis en que la producción de Pemex venía en declive, no solo por la madurez geológica de los yacimientos, sino también por la falta de inversión y el descuido de administraciones anteriores que intentaron privatizarla. A pesar de ello, en los últimos años se logró incrementar la producción de 1.642 millones de barriles diarios a 1.8 millones.
Rodríguez Padilla también resaltó la reducción de la deuda de la empresa, recordando que durante el mandato de Ernesto Zedillo, Pemex se endeudó hasta con 50 mil millones de dólares, sin que se supiera claramente el destino de esos recursos. “Este gobierno ha sido muy responsable con el manejo de la deuda”, concluyó.
Con este nuevo liderazgo, se espera que Pemex continúe consolidando los logros alcanzados y que siga siendo un baluarte de la soberanía energética de México.
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