El Partido de la Revolución Democrática (PRD) no logró alcanzar el tres por ciento de los votos en las elecciones de 2024, obteniendo solo el 1.86 por ciento, lo que llevó a la pérdida de su registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
A pesar de este revés, los líderes del PRD no se rinden. Ángel Ávila, representante electoral del PRD, anunció que buscarán apelar la decisión en los tribunales, revisando el conteo de votos en todas las casillas. Sin embargo, Ávila también dejó claro que, de no tener éxito en los tribunales, el PRD se preparará para formar un nuevo partido político de izquierda.
Fundado el 5 de mayo de 1989 bajo la dirección de Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD tuvo su mejor desempeño electoral en 2006, cuando alcanzó el 25.97 por ciento de los votos en las elecciones para el Congreso de la Unión. Desde entonces, el partido ha experimentado un descenso constante en su popularidad, con un 19.59 por ciento en 2012, 5.24 por ciento en 2018 y finalmente 1.86 por ciento en 2024.
Ávila enfatizó que el PRD siempre ha sido un bastión de la izquierda en México, impulsando numerosas reformas importantes. Hizo un llamado a los militantes a mantener la fe mientras luchan en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Pero también adelantó que, si no logran conservar el registro, se esforzarán por aglutinar a las distintas fuerzas de izquierda para formar una nueva entidad política que continúe su legado.
La pérdida del registro nacional del PRD implica que dejará de recibir derechos y prerrogativas, y su personalidad jurídica se extinguirá tras cumplir con las obligaciones de fiscalización. No obstante, sus triunfos en elecciones por mayoría relativa se mantienen vigentes.
Esta situación marca un punto crítico para el PRD, cuyo impacto en la política mexicana ha sido significativo, y ahora enfrenta el desafío de reinventarse para seguir siendo relevante en el escenario político nacional.
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