Por Ricardo Burgos Orozco
Desde hace algunas semanas he visto a muchas personas en la calle, en los parques, en los centros comerciales sin usar cubrebocas. Una señora me comentó hace unos días que estaba muy contenta porque al fin ya las autoridades habían decidido eliminar esa obligatoriedad que le molestaba mucho después de más de dos años de traerlo.
El Comité de Nueva Normalidad, integrado por las secretarías de Salud, Trabajo y Previsión Social y el Instituto Mexicano del Seguro Social, actualizó desde hace tiempo los lineamientos de seguridad sanitaria para prevenir contagios de Covid 19 y en estas nuevas disposiciones el uso de tapabocas ya no es obligatorio.
En el documento publicado, se especifica que el uso de cubrebocas ya no es necesario en espacios cerrados donde exista la sana distancia (cuando menos 1.5 metros una persona de la otra). Señalan que los lugares donde no se cumpla con esta condición, la gente deberá seguir poniéndose mascarilla como prevención.
Se establece en los resolutorios que deben seguir usando tapabocas aquellas personas que no están vacunadas o tienen algún padecimiento respiratorio. Igualmente se debe seguir usando en lugares de trabajo que estén mal ventilados o sean compartidos con otras y otros compañeros. El Comité recomienda igualmente que continúe utilizándose en sitios con alta posibilidad de contagio como hospitales o centros de salud.
El gobierno también sugirió dejar de usar tapetes sanitizantes y filtros sanitarios. En algunos centros comerciales, empresas privadas e incluso en organismos públicos -- hemos visto -- ya se relajaron las medidas, ni siquiera tienen termómetros y gel para las personas que visitan esos lugares. Las autoridades aeroportuarias también ya retiraron la obligatoriedad del cubrebocas en aviones y aeropuertos; en el Metro poca gente lo usa.
Hay personas que ya se acostumbraron a usar tapabocas y pese a que ya se han relajado las medidas para su uso, han decidido continuar con la protección porque señalan que es una medida preventiva contra las enfermedades respiratorias, sobre todo en época invernal. Muchas personas que hacen ejercicio y otras actividades en los parques han dejado de usar mascarilla, lo mismo los conductores en sus automóviles.
La pandemia no ha acabado, aunque ha disminuido en gran medida el número de contagios y de fallecimientos. En España se detectó recientemente una nueva variante de Ómicron en aguas residuales y siempre existe el riesgo de que el virus se vuelva a propagar y esa nueva ola llegue a México.
La disyuntiva es si seguimos usando o no cubrebocas. Desde mi punto de vista, sí, porque más vale que sobre y no que falte.
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